martes, 12 de junio de 2012

El día del milagro de Elliott

 Existe una larga lista de jugadores de esos que, si están en el equipo contrario les odias, pero que si están en el tuyo le idolatras. Normalmente son jugadores de club y, a menudo, especialistas defensivos. Uno de los nombres que mejor representa esta definición es el de Sean Elliott, jugador de los San Antonio Spurs en la década de los 90.

 Elliott fue seleccionado en el número 3 del Draft de 1989 por detrás de Pervis Ellison y Danny Ferry (y por delante de gente como Glen Rice -nº4-, Tim Hardaway -nº 14- o Shawn Kemp -nº 17-), desde la Universidad de Arizona.

 Durante sus primeros años en la Liga, fue mejorando progresivamente sus promedios hasta llegar a promediar 20 puntos por partido en la 1995-96. A partir de ese año, fue transformando su juego para ir convirtiéndose en un especialista defensivo, dejando la faceta ofensiva del equipo en manos casi exclusivas de el almirante, David Robinson.

 En 1998, Elliott, con 30 años, fue testigo del momento más importante en la historia del equipo tejano, la llegada de un jovencito llamado Tim Duncan, llamado a cambiar para siempre la historia de la franquicia. A partir de entonces, todo comenzó a cambiar en San Antonio.
 El equipo pasó de ganar únicamente 20 partidos, segundo peor equipo del Oeste, a 56 ese año, con Duncan nombrado rookie del año e incluido en el mejor quinteto de la liga.

 Al año siguiente, de la mano de sus 'torres gemelas', ya eran un equipo completamente ganador. En una temporada, la 1998-99, marcada por el 'lockout', la huelga sindical que redujo la temporada regular a únicamente 50 partidos. Una temporada regular con un nivel más bien bajo (primera temporada desde que se instauró el reloj de posesión en 1954 que ningún equipo promediaba 100 puntos por partido), en la que los Spurs, con 37 victorias (de 50), se alzaron con la primera posición en su Conferencia.

 En los play-offs se deshicieron de los Timberwolves de Kevin Garnett por 3-1 y barrieron a los Lakers de O'Neal y Kobe Bryant por 4-0.

 Pero la final de Conferencia no parecía que fuese a ser tan fácil, contra unos Portland Trail Blazers que habían montado un autentico equipazo con gente como Damon Stoudamire, Rasheed Wallace, Isiah Rider o Arvydas Sabonis entre otros, habiendo eliminado a los Phoenix Suns en primera ronda y a los Jazz de Stockton y Malone en semifinales de Conferencia.

 El primer partido de la final se jugó en el Alamodome de San Antonio, con un marcador muy apretado de principio a fin del partido, pero los 21 puntos, 13 rebotes y 5 tapones de Duncan sirvieron para que el equipo local se llevase el encuentro por un apretado 80-76, a pesar de los 28 puntos de Wallace.

 El 31 de Mayo se celebraba en Estados Unidos el 'Memorial Day' o Día de los Caidos, coincidiendo con el segundo partido de la serie, también en San Antonio.

 Todo hacía ver que sería también un partido muy igualado. Sin embargo, los Blazers tenían otra idea muy distinta.
 El equipo de Portland salió con una marcha más que los locales y, al finalizar el primer cuarto, el marcador señalaba un 20-31.

 El equipo de San Antonio no encontraba el camino en ataque, con una aportación escasa de todo el que no fuese del duo mágico Duncan-Robinson. En el segundo cuarto la ventaja visitante aumento aun más hasta el 34-48 del descanso.

 El partido no tenía buena pinta. La serie se trasladaba al Rose Garden de Portland y un 1-1 podía ser muy perjudicial. Pero la segunda parte no empezó mejor que la primera, llegando la ventaja de los Blazers a su punto más alto comenzando el tercer cuarto con el 34-52 (18 puntos abajo).

 Fue entonces cuando, al fin, entraron en juego los aleros de los Spurs, Sean Elliott y Mario Elie, para ayudar a cambiar la historia del partido.
 Los San Antonio Spurs endosaron entonces un parcial de 8-2 que obligó al entrenador de los Blazers, Mike Dunlevy, a pedir tiempo muerto. Pero de poco sirvió, ya que, tras el parón, un nuevo parcial de 9-0 recortaba la distancia a 3 puntos.

 Los Spurs, a base de triples, la mayoría de Elliot, con la muñeca caliente, habían conseguido entrar en partido.



 El partido se mantuvo más empatado desde entonces aunque los Blazers seguían manteniendo la ventaja en todo momento.

 El partido se iba acabando. Elliott anotaba otro triple y un robo de Robinson  a Wallace permitía a Mario Elie anotar dos tiros libres que ponían el 83-84.

 Quedan pocos segundos. Portland gana de uno y ataca. Damon Stoudamire recibe falta. Tiros libres. 12 segundos para el final. Anota el primero... y falla el segundo. El pequeño base había fallado y dejaba una pequeña oportunidad al equipo tejano.

 Mario Elie saca de banda desde el medio campo, ya que Popovich había pedido tiempo muerto. El pase es para Sean Elliott, quien esa noche tiene la muñeca caliente. Stacey Augmon se lanza hacia el balón e incluso llega a rozarlo, pero el balón le llega a Elliott que, haciendo equilibrios para no pisar la linea de banda, consigue girarse y lanzar apoyado sólo sobre las puntas de los pies para no pisar la linea y, con Rasheed Wallace punteando el tiro, consigue anotar el triple que pone a San Antonio por delante por primera vez en todo el partido a falta de unos pocos segundos.

 Los Blazers tendrían un último ataque q no conseguirían materializar.
 Sean Elliot acababa el partido con 22 puntos y un increíble 6 de 7 en triples.
 Los San Antonio Spurs se ponía 2-0 en la eliminatoria y, con ese triple, asestaban un mazazo moral del que Portland ya no se repondría, perdiendo de 18 y 14 puntos respectivamente el tercer y cuarto partido en casa, para caer barridos en la eliminatoria por 4-0.

 Desde entonces se conoce ese partido como el 'Elliott's Memorial Day Miracle' (el día del milagro de Elliott, en referencia al día de los caídos celebrado el mismo día).

 San Antonio vencería también a los New York Knicks en la gran Final de la NBA por 4-1, haciéndose con el primer título de campeón de su historia, siendo además el único equipo procedente de la ABA que consigue un título y habiendo sufrido únicamente dos derrotas en todo el play-off.

 Pero, un año después, aquel partido ya mítico, cobraba mucha más importancia al conocerse la noticia de que Sean Elliott hacía tiempo que no debía estar jugando por problemas en el riñón y que necesitaba un trasplante.

 El 16 de agosto de ese mismo año, Elliott fue operado, recibiendo un riñón de su hermano Noel.

 El 13 de Marzo del 2000, en un partido entre Atlanta Hawks y San Antonio Spurs, Sean Elliott, con 12 minutos en pista, se convertía en el primer jugador profesional que volvía a jugar tras un trasplante de riñón.

 "Estoy convencido de que con mi acción voy a ayudar a muchas personas que han pasado por el mismo proceso y que han tenido miedo de reanudar una vida normal como la que ahora llevo yo", declaró Elliott. "Me siento mucho más seguro que antes".
 "Lo único que puedo decir es que cuando le vi jugando de nuevo", dijo su entrenador, Gregg Popovich, "me parecía estar viviendo una experiencia surrealista, sencillamente mágica".


 En 2001, Sean Elliott se retiró definitivamente de las canchas. El 6 de Marzo de 2005, los San Antonio Spurs retiraron el número 32 en su honor.